El año 2020 será recordado por las
Organizaciones de la Sociedad Civil que buscan dar una respuesta al VIH/SIDA
como el año de la pandemia dentro de la pandemia. Pero también marcará un antes
y después en cuanto a la forma de llegar a las personas que viven con VIH, y es
que con los Estados en franco retroceso, no se puede negar el rol que han
ocupado las organizaciones a la hora de llenar esos espacios, trabajando
incansablemente para acercar medicamentos, alimentos y asistencia.
En este contexto, el Movimiento
Latinoamericano y del Caribe de Mujeres Positivas llevó adelante el Voluntariado
por las Américas, brindando respuesta a miles de personas que viven con
VIH. Otras organizaciones hicieron lo propio, explotando al máximo toda la
experiencia de años de activismo y acompañamiento. Con el siempre invaluable
apoyo de ONUSIDA, fuimos capaces de organizarnos y demostrar el papel vital que
cumplimos en la sociedad, como una forma de garantizar los derechos de las
personas que viven con VIH.
El daño provocado por la pandemia de
COVID ha sido, por supuesto, muy grande, a tal punto que se habla de un
retroceso en las metas establecidas en la respuesta al VIH, pero sin las
organizaciones y su trabajo hubiese sido catastrófico. Cientos de voluntarios
llegaron hasta las puertas mismas de las casas, acercando medicamentos,
alimentos o incluso apoyo y acompañamiento psicológico, ayudándonos al mismo
tiempo a fortalecer nuestras redes de comunicación, dándonos las herramientas
para relevar de manera directa y cara a cara la situación en que viven las
personas con VIH en América Latina y el Caribe.
El liderazgo y compromiso de las
Organizaciones de la Sociedad Civil en la respuesta al VIH es incuestionable,
no sólo por la cercanía y convivencia con las personas por cuyos derechos
trabajamos, sino por la capacidad de autoorganizarnos, colaborar y aprovechar
la vasta experiencia acumulada durante años.
Es por esto que seguimos reclamando
con mayor fuerza que nunca:
Establecer mecanismo formales que aseguren la plena participación de mujeres viviendo con VIH en el diseño de políticas públicas y en la toma de decisiones al más alto nivel.
Promover y fortalecer los programas existentes para prevenir y eliminar todo tipo de violencia contra las mujeres, sumando a estos estrategias de prevención y atención del VIH libre de estigmas y discriminación.
· Este 1 de diciembre, Día Mundial del SIDA, renovamos nuestro compromiso y redoblamos los esfuerzos de cara a los próximos años, en pro de alcanzar las metas establecidas, por más retrasos que estas hayan sufrido. Negociar con el fracaso nunca ha sido una opción para nosotras. Siempre tuvimos en claro que trabajando juntas, logramos la respuesta.
Movimiento Latinoamericano y del
Caribe de Mujeres Positivas
MLCM+
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